lunes, 15 de noviembre de 2010

Cerebros azules y cerebros rosas


  • Nota de la autora: Al parecer, "se ha puesto de moda" el publicar estudios en todo tipo de revistas sobre la supuesta gran diferencia entre el cerbro masculino y femenino.... Cuando el sexismo se queda sin argumentos infundamentados, tiende a infundamentar la ciencia.... Creo que este ensayo refleja bastante bien mi opinión al respecto.



Puede llegar a ser preocupante que en pleno siglo XXI, en un país desarrollado como España puedan seguirse publicando artículos que defiendan las cualidades intelectuales innatas de hombres y mujeres.

Vivimos, aún hoy, en un mundo extremadamente sexista, y somos por tanto, un país igualitario en promesas pero no en hechos.

Me resulta curioso cómo se pueden seguir publicando en revistas de alto prestigio “estudios” (si se les puede denominar así) que aseguran que independientemente de la sociedad y de los estereotipos, las mentes y comportamientos de los varones y mujeres son bien distintos.
Estos estudios, artículos y libros defienden que el hombre es, por naturaleza, más agresivo, le cuesta más expresar sentimientos y destaca mucho más que la mujer en las ciencias exactas. Por tanto, las mujeres serán más comprensivas, abiertas en cuanto a la expresión y dominan más la economía familiar y consideran más importante que sus congéneres el compromiso.

Me gustaría saber de qué tipo de población han sido extraídas estas conclusiones. Supongo que no de de una “sociedad ideal” en la que hay exactamente la misma igualdad de trato hacia el hombre que hacia la mujer, ni de una civilización de Amazonas; no, creo que se puede dar por sentado que los individuos ejemplos de estas investigaciones han sido hombres criados en un mundo de bomberos, coches y soldados, a los cuales se les ha enseñado que “los hombres no lloran” y a los que se les ha inculcado que la economía doméstica era cosa de mamá, y que como búfalos en celo deberían competir por la mejor hembra o la mejor nota en ciencias. Y por otra parte mujeres criadas en un mundo de muñecas, cocinitas y peluqueras, obligadas a colaborar en las tareas del hogar mientras sus hermanos estaban “muy ocupados” en asuntos de chicos, y a las que se le sugirió que la dulzura y el lloro constante debería usarse como defensa, a la vez que fueron perfeccionándose en el uso del ingenio al hablar.

Me atrevo a decir que es IMPOSIBLE, en una sociedad como la nuestra, en la que culturas y presión social pueden llegar a modificar las cualidades innatas, extraer diferencias tan tajantes en cuanto a comportamientos típicamente masculinos y típicamente femeninos. Porque, por mucho que pese, a la herencia biológica recibida, se suman dos tipos de personalidad más, la elegida y la aprendida.

Para finalizar, hay que destacar al respecto de lo dicho por los creadores de este tipo de artículos o estudios sobre que las entidades feministas deberían dedicarse a igualar los sueldos entre hombres y mujeres en vez de intentar “cambiar la naturaleza” del ser humano, he de decir que tienen toda la razón, pero ese proyecto puede llegar a ser irrealizable cuando un estudio que dice ser científico respalda el sexismo que llevamos padeciendo milenariamente. También darles un consejo a todos aquellos eruditos machistas que se creen alguien para guiar a las entidades feministas, que en vez de hacer estudios psicológicos (en realidad, más bien sociales) sin ningún fundamento, podrían dedicarse a buscar una solución contra el cáncer.

Señores los hombres lloran igual o más que las mujeres, y todo lo que Einstein aprendió lo aprendió de una mujer.

4 comentarios:

  1. Anónimo23:49:00

    Este ensayo esta bien, pero no tienen los estudios la culpa.
    Estos estudios se limitan a decir la verdad, una verdad definida por una tradicion de siglos.
    Puede k dentro de 1000 años, los estudios de las revistas hablen de la igualdad entre los cerebros de hombres y mujeres.

    Arbolito

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  2. Me estás dando la razón con tu comentario. Un estudio biológico no puede hablar sobre "verdades definidas por una tradición" Que, para empezar una tradición no puede bajo ningún concepto definir una verdad.

    Yo critico que se asegure que hay grandes diferencias psicológicas entre hombres y mujeres y que hay actividades que predefinidamente se le dan mejor a los hombres que a las mujeres, cuando eso, solamente puede estar dado por la tradición, y la tradición (puñetera tradición) lo único que hace es eclipsar la verdad.

    O sino... según estos artículos yo debería de ser un hombre, soy extremadamente competitiva, se me dan bien las ciencias, no consigo expresar sentimientos con facilidad, etc.
    Y conozco a hombres que deberían, por tanto, ser mujeres, ya que son hipersensibles, dulces, con instinto paternal y que son unos poetas natos.

    Ahh, y eso que afirman los estudios de que los hombres se pasan más tiempo pensando en sexo que la mujeres... si supieran cuantas mujeres hay pensando en sexo 25 horas al día...

    Vuelvo a repetir que hay más diferencia entre los diferentes tipos de mujeres y los diferentes tipos de hombres que entre los dos sexos en general.

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  3. Arbolito16:03:00

    De acuerdo realmente lo unico k diferencia a un hombre de una mujer es el aparato recproductor k te tocó.Por eso a los gays y a los hombres demasiado sensibles se les llama afeminados, por comportarse como una mujer(segun los estereotipos, definidos por la tradicion y por la mayoria)

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  4. No he entendido del todo tu último comentario... ¿Qué intentas con él? Es una crítica sarcástica o me estás dando la razón, no comprendo, agradecería que lo explicases mejor, gracias.

    Pero en el caso de que no sea sarcástico, te he de felicitar for acerte menos extremista y radical, xD (es una broma)

    Saludos y ¡feliz Navidad!

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